La vida detrás de un documental es de todo menos glamourosa. Empezábamos la jornada a las 6:30 de la mañana con maquillaje y atrezzo, para a las 7:00 estar haciendo las primeras pruebas y grabaciones del día. El planning es riguroso y muy intenso, porque para qué nos vamos a engañar, hay que ajustar el presupuesto al máximo y no perder el tiempo. Es lo que tiene hacer cine social en España.
Luces, cámara y acción, y comienza una ficción muy curiosa: la recreación de la realidad de los clubes de alterne en los años 80 y en la actualidad. Pero también viajamos y grabamos exteriores… ¡Qué tiempos aquellos en los que estábamos dentro del local! Nos ha tocado lluvia, nieve, viento y sol. Hemos pasado por todas las estaciones posibles y sus variantes intermedias en un puñado de días, poniendo a prueba nuestra resistencia física y emocional. Pero la fuerza de un equipo bien engrasado, dispuesto a todo para dar lo mejor de sí en cada toma, nos llena de energía y nos hace sobreponernos a cualquier prueba climática. Al final, la adrenalina funciona y dejas de padecer. Solo piensas en el resultado y en todo lo que queda por hacer antes del estreno: largas horas de montaje, producción y edición de sonido, de fotografía…
¡Y todo el trabajo previo! No podemos olvidar el trabajo de guion, de búsqueda de locaciones, de casting, de investigación… ¡Son meses de ardua labor!
Por suerte, en este apasionante viaje contamos con la trayectoria de Mafalda Entertainment, la productora de Mabel Lozano, y de Atlantia Media, junto a la coproducción de DKISS. Pero también con el apoyo del Ministerio de Cultura-ICAA, la Comunidad de Madrid, el Instituto de la Mujer de Castilla-La Mancha, Fundación Reale, Chime for Change, Catts Camera, Air Europa y Eau Thermale Avène, quienes nos han apoyado desde el principio para sacar El proxeneta adelante. Imposible no agradecer también a Mercedes Benz España, que nos ha permitido utilizar una furgoneta tan amplia como cómoda durante todo el rodaje.
Nos quedan algunas locaciones en España y después nos vamos a Paraguay. ¡Seguimos!