Una de cada tres víctimas de trata de personas es un niño

El menor siempre es el más débil y el que más sufre en todos los conflictos sociales. Así que la lacra del tráfico de seres humanos no podía escaparse a este sector. Una de cada tres víctimas del tráfico de personas durante el período 2010-2012 fue un niño, una cifra un 5% superior a la registrada entre 2007 y 2010, según el último Informe Mundial sobre la Trata de Personas publicado hace unos días por la Oficina de Naciones Unidas Contra la Droga y el Delito (Unodc).

Sin embargo, el porcentaje de pequeños del total de víctimas de la trata de personas varía notablemente en función de las regiones. En África y Oriente Próximo los jóvenes suponen el 62%, mientras que en América, Asia y Europa rondan, de media, el 29%.

El colectivo más afectado, en función del sexo, siguen siendo las mujeres. Dos de cada tres víctimas menores de edad son niñas y, en su conjunto, las féminas suponen el 70% de las perjudicadas de todo el mundo. Mientras que, entre 2004 y 2011, el número de mujeres que sufrieron el comercio de personas se redujo de un 74% a un 49% del porcentaje total de víctimas, el número de chicas pasó de un 10% a un 21%.

El informe también destaca que el mercadeo afecta a prácticamente a todos los países de todas las regiones. Durante el ciclo 2010-2012 se identificaron víctimas de 152 nacionalidades diferentes en 124 países de todo el planeta. La Unodc registró, al menos, 510 corredores que atraviesan todo el mundo.

«Desgraciadamente, el documento muestra que no hay ningún lugar donde niños, mujeres y hombres estén libres del tráfico de personas», afirmó el director ejecutivo de la Oficina de la ONU Contra la Droga y el Delito, Yury Fedotov, señalando el problema de la diferencia entre los datos oficiales y los reales. «Los primeros, comunicados por las autoridades, solo constituyen la parte visible del fenómeno. Está muy claro que las cifras reales son mucho más elevadas», añadió.

La mayoría de los movimientos de trata son intrarregionales y el destino de la víctima se suele encontrar en la misma zona geográfica y, con frecuencia, también en una única subregión. De hecho, más de seis de cada 10 víctimas son trasladadas cruzando, al menos, una frontera nacional.

Además, la mayoría de los corredores se detectan principalmente en los países ricos de Oriente Próximo, Europa Occidental y Norteamérica; y las víctimas provienen, principalmente, de Asia Oriental y Meridional y África subsahariana.

Los fines

Por otra parte, aunque la trata con objeto de explotación sexual sigue siendo mayoritaria, el 40% de los casos registrados en este período fueron objeto de trata con fines de trabajo forzoso (fabricación, limpieza, construcción, etc.). También ha aumentado el número de víctimas con fines diferentes a los anteriores (por ejemplo, combate armado o mendicidad forzada).

En este punto, también es notable la diferencia entre las distintas áreas. Mientras que en Europa y Asia Central (66%) y África y Oriente Próximo (53%) el principal objetivo es la explotación sexual, en el resto de Asia se trata del trabajo forzoso (64%). Por su parte, en América, los porcentajes son prácticamente idénticos en ambos tipos de comercio.

«Hay que cambiar esto. Todos los países necesitan adoptar el Protocolo y comprometerse a su plena aplicación», concluyó el responsable de la Unodc para intentar, al menos, reducir los índices del tráfico de personas en el planeta, sobre todo en aquellas regiones más necesitadas.

Fuente: El Diario de Burgos