Carta a Mabel Lozano

Bo día Mabel,

Aunque no suelo hacer este tipo de comentarios, no quiero dejar escapar la ocasión de expresarte mi más sincera enhorabuena por el documental y la exposición realizada en días pasados en el Teatro Colón en A Coruña.

Frente a lo que mayoritariamente se calificó como un documental “duro” yo opinio que no es duro en absoluto, sino que el documental no ha sido más que un medio para poner en evidencia una realidad. Una realidad que está ahí , en la calle, en el día a día, pero que no queremos ver porque todos participamos de esa realidad, todos somos responsables de que esa lacra exista.

No es un documental duro, no se regodea en las desgracias ajenas, no apela a los sentimientos ni al sentimentalismo, no persigue identificarnos con las mujeres que sufren esta situación descarnada e inhumna, simplemente expone, con frialdad, con tranquilidad una evidencia presentada en primera persona por uno de los actores de primera fila.

No quiero desaprovechar esta ocasión para valorar el árduo y estupendo trabajo que vienes realizando. La dureza no está en el documental, está en la valentía de ponerlo en evidencia, en abanderar una causa que no conlleva éxito ni fama, pero que, entiendo, aporta la satisfacción de hacer algo para evitarlo, de hacer visible una realidad social en la que los efímeros políticos no quieren entrar. Lo efímero busca el impacto de lo positivo, de lo guay, de lo que deja una huella positiva, nunca de atacar lo malo, lo indeseable, lo que no se quiere ver, lo ignorado… La hipocresía social nos lleva a sorprendernos cuando vemos este tipo de documentales con cara de sorpresa, como si formase parte de un mundo paralelo, cuando la realidad es que está ahí, en nuestros barrios, en nuestros vecinos, en nuestras familias, en nosotros mismos que colaboramos directa o indirectamente a que exista.

Personalmente suelo ser escéptica en este tipo de eventos. Te puedes imaginar la cantidad de proyectos que se presentan en los Ayuntamientos abanderando diferentes causas que están de moda en función de los tiempos actuales siempre bajo el paraguas de la igualdad, la mujer, el fomento de la cultura, la educación…, lamentablemente muchos de ellos esconden un beneficio económico de un tercero amparándose en la oportunidad, en la venta del éxito político e institucional que supondrá.

Para mi, desde el corazón, ha sido un placer haber tenido la ocasión de conocerte. El impacto, desde el reconocido escepticismo inicial, ha sido inesperado y posiblemente por eso, espectacular.

Como mujer, como persona alabo y admiro la maravillosa labor que llevas a cabo y la valentía que demuestas haciéndolo. Personas como tú cambian el mundo y lo hacen un poquito mejor. No quiero dejar de valorar, asimismo, tú profesionalidad, la gran calidad del documental desde la dirección y producción del mismo, la puesta en escena y tú intervención en la presentación y debate.

Si alguna vez vuelves a esta ciudad bañada por el mar, sería un placer tener la oportunidad de saludarte y, si es posible, charlar contigo. Si te apetece no dudes en ponerte en contacto conmigo. No todos los días se tiene la ocasión de conocer a personas tan implicadas, tan entusiastas y tan estupendas. Tú y personas como tú sois las verdaderas heroinas de los tiempos que nos ha tocado vivir.

Un abrazo muy fuerte.

Sagrario Ron