No sé si serán todos iguales, pero trabajar con Mabel Lozano es como montarse en una montaña rusa llena de aventuras y donde no hay espacio para el descanso. El cine social, ese de presupuestos ajustados y tiempos cortos, necesita un equipo bien engrasado y dispuesto para todas las batallas, que no son pocas.
“El Proxeneta. Paso corto, mala leche” comenzó su rodaje la semana pasada en Madrid. Un bar de copas se transformó por varios días en tres cosas: en un puticlub de los años 80, cuando la prostitución se ejercía de la mano de macarras y chulos; en un club actual, lleno de lujos y luces de neón; y en un bullicio constante de miembros del equipo técnico (dirección, producción, fotografía, atrezo…), figuración, vestuario, maquillaje, peinados, comunicación, etc.
Así, el primer día de rodaje –el segundo realmente de trabajo para gran parte del equipo– se hicieron las primeras tomas siguiendo un estricto y ajustado orden del día. Las escenas se sucedían una tras una para trasladarnos a 1982, la noche que se convirtió en todas las noches de nuestro protagonista: Miguel, el músico. Desde su voz conocemos cómo llegó a las puertas de un club y cómo se quedó durante décadas a la cabeza de un negocio tan macabro como millonario.
Ese día también atendimos a varios medios de comunicación: televisión, radio, periódicos e Internet, a quienes les enseñamos los entresijos de todo lo que ocurre detrás de las cámaras. La magia del cine ocurriendo delante de nuestras narices…
También pudimos ser testigos en primera persona de cómo se transforma un guion en un momento de la vida de tantas mujeres y cómo la ficción se cruza con la realidad, simplemente para contar aquellos trozos de historia de los que no hay registro, pero que necesitan ser puestos en imágenes para comprender su dimensión y profundidad. Historias que a ratos nos conmovían, nos erizaban la piel o nos removían por dentro, pero que nunca dejaron a nadie indiferente.
De eso se trata, pues. De remover conciencias y corazones, de dar un golpe en la cara al público en general para mostrar la cara de la moneda que nunca hemos visto sobre la trata de personas: los hilos que mueven el mundo de la explotación sexual de mujeres y niñas en España.
El documental
“El Proxeneta. Paso corto, mala leche” está protagonizado y contado en primera persona por Miguel, “El Músico”, un exproxeneta dueño de algunos de los más importantes macroburdeles de España, condenado y sentenciado a 27 años de cárcel, que ha confesado con pelos y señales cómo ha evolucionado la prostitución en España y en el mundo, y cómo a principios de los años noventa surgió el espeluznante negocio de la trata y se empezó a traer mujeres de “deuda”, cuya única salida era la prostitución.
Sexo, corrupción, asesinatos, trata de seres humanos, lavado de dinero, secuestros, extorsiones… La historia real de hechos probados en sentencias firmes sobre los más importantes y crueles proxenetas de nuestro país. Una historia jamás contada, salvaje, apasionante y única, sobre el crimen organizado que mueve los hilos de la prostitución y la trata en la actualidad.
El documental de Mabel Lozano se está rodando en distintas locaciones de España y Paraguay, gracias a la producción de Mafalda Entertainment y Atlantia Media, la coproducción de DKISS, y al apoyo del Ministerio de Cultura-ICAA, la Comunidad de Madrid, el Instituto de la Mujer de Castilla-La Mancha, Fundación Reale, Chime for Change, Catts Camera, Air Europa y Eau Thermale Avène.
FOTOS: @manuelmejias.t