#RosaliaDebeVivir. Una víctima de trata al borde de la muerte

Desde la web de Chicas Nuevas 24 Horas nos hacemos eco de una noticia que conmociona desde la base: una mujer, tratada por una red internacional de tráfico de personas, está condenada de muerte en China y cuya ejecución se cumplirá el próximo 20 de marzo. Rosalía Amarilla Escobar, que desde un principio se mostró abierta a cooperar con las fuerzas de seguridad de ese país, está a la espera en una cárcel de Pekín a que se cumpla la condena, mientras el Gobierno de Paraguay y una red de personas y asociaciones por todo el mundo intentan suspender la sentencia y salvarla de la muerte.

¿Cómo llega una mujer paraguaya a esta situación en China?

La web Última Hora (www.ultimahora.com) relata así el caso:

Para la República Popular China, Rosalía Amarilla Escobar (33) es una integrante de una organización de narcotraficantes que trató de meter más de 3 kilos de cocaína al país oriental, por lo cual está presa y condenada a muerte. Sin embargo, para la Fiscalía paraguaya esta mujer es una víctima de trata de personas de una red internacional que también envió a otras diez paraguayas con droga a Turquía, donde están presas.

El tiempo ahora corre para Rosalía: el próximo 20 de marzo se debe cumplir la ejecución. Actualmente está presa en una cárcel industrial de Pekín, según comentaron ayer funcionarios de Cancillería, quienes señalaron que como Paraguay no tiene relaciones diplomáticas con China, el consulado argentino la está asistiendo jurídicamente.

La fiscala Teresa Martínez, de la unidad de lucha a la trata de personas, contó que la Justicia china decidió la condena de muerte debido a que Rosalía fue detenida en flagrancia, cuando llegó al aeropuerto de Pekín, en julio del 2012. Desde el momento que la demoraron para inspeccionarla, ella colaboró con las autoridades, por lo cual su condena fue suspendida por dos años.

«Es una red vinculada a Paraguay, Brasil, China y Turquía, porque sospechamos que este mismo grupo también llevó a unas diez chicas a Turquía, con el mismo modus operandi. Las llevan con promesas de trabajo y después las obligan a llevar drogas, pero hay algunas que saben para qué van», indicó la fiscala.

DE ÑEMBY A PEKÍN

La Fiscalía comenzó a investigar el caso a partir de la denuncia de la madre de Rosalía, que decidió pedir ayuda a raíz de que ya no tenía noticias de su hija luego de que esta viajó a Brasil.

Según la investigación, a mediados del 2012 Rosalía vivía en Ñemby con su hijo, que actualmente tiene cinco años, y contaba con un título de técnica en administración de empresas. Fue seducida a viajar a Brasil para trabajar y, si ella no quería quedarse, podría traer ropa desde ahí para venderla en Paraguay.

Ya antes, Rosalía trabajó como costurera con su madre pero ahora buscaba un mejor trabajo y la persona que la captó, quien aún no pudo ser identificada, le ofreció la posibilidad de abrir su propio negocio de venta de ropas.

«Le dieron plata para viajar, pero de Foz le llevan a Sao Paulo y de ahí le obligan a llevar droga a China. Tenemos a una persona imputada por extrañamiento de personas, pero no por trata, porque la trata no tiene como propósito el narcotráfico. Nunca pudimos hablar con la chica, porque solo la familia puede hablar con ella», comentó la fiscala Martínez, quien indicó que la persona imputada es una allegada a Rosalía que presuntamente la contactó con la captadora.

«Cuando llegó al aeropuerto y la comenzaron a interrogar Rosalía dijo ‘yo creo que llevo algo ilegal’ y colaboró por eso suspendieron dos años la ejecución», comentó Martínez.